Adulterio

Se llama adulterio al ayuntamiento carnal realizado por una persona casada con otra que no es su cónyuge. Hay muchas personas que piensan que el matrimonio supone la exclusividad de la actividad sexual y por lo tanto consideran el adulterio un delito, pecado o similar. Abunda pues opiniones sobre este tema que son una muestra de la intolerancia y la falta de comunicación entre las personas.

En algunos casos se reserva el nombre para el caso de la mujer casada y no se denomina adulterio cuando el que comete el hecho es el hombre, dando a entender que eso si es más permisible.

En España el adulterio y el amancebamiento dejaron de ser delito en 1978, al suprimirse del código penal por el parlamento. Sin embargo, el adulterio cometido por el cónyuge del testador es motivo de desheredación.

Las leyes en la Atenas de la antiguedad eran muy severas con el adulterio. Se podía condenar con la muerte.

Una lectura que útil sobre el tema es ver el término ADULTERIO en Un diccionario ideológico feminista de Victoria Sau. (Ed. Karia).

Una obra de teatro que toca el tema es Los cuernos de Don Friolera de Valle-Inclán. Otra donde también tiene importancia es Divinas palabras.

En los evangelios Jesucristo critica el adulterio pero sin embargo salva a la mujer adúltera con la frase: «El que de vosotros esté sin pecado que arroje la primera piedra». Este episodio es recogido en el evangelio de San Juan. A esta frase se refiere el título de Divinas palabras de Valle-Inclán.

David Hume en su obra Investigación sobre los principios de la moral dice:

«Una infidelidad de esta naturaleza [adulterio] es mucho más perniciosa en las mujeres que en los hombres. De ahí que las leyes de la castidad sean más estrictas cuando se refieren a un sexo que cuando se refieren al otro».
(pág 75 de la edición de alianza editorial en la colección el libro de bolsillo)

O sea, que según HUme el adulterio en la mujer es mucho peor que en el hombre. Pero, claro está, no da razón alguna que justifique tal opinión que debe suponer 'evidente'. Se limita a hacer referencia a la educación de los hijos.

En la obra de Gregorio Doval El libro de los hechos insólitos, ediciones del Prado (página 43) se dice que el adulterio era permitido en la antigua Esparta siempre y cuando la mujer se entregara a un hombre más alto y robusto que su propio marido. Además la soltería estaba penada con el destierro. Un espartano no casado a los 30 años perderá el derecho de sufragio.

«Ese presunto deshonor era válido hace un siglo, pero ahora ya estamos de vuelta de esa quimera, así que mi marido resulta tan poco mancillado por mis orgías como yo por las suyas. ¡ Aunque jodiese con todos los hombres de la tierra no le haría el menor rasguño ! Por lo tanto, esa presunta lesión es una fábula que nada tiene que ver con la realidad. Una de dos, o bien mi marido es un bruto, un celoso, o bien es un hombre delicado; en la primera hipótesis, lo mejor que puedo hacer es vengarme de su conducta; en la segunda, no podría afligirle el que yo goce de los placeres; si es honesto eso lo hará dichoso: ningún hombre delicado deja de gozar por la felicidad del ser que adora [...] Resumamos [...] el adulterio sólo es una acción perfectamente indiferente para el marido que no lo conoce, y perfectamente buena para la mujer que se deleita con él; si el marido descubre el adulterio lo que entonces es un mal ya no es el adulterio, porque un momento antes no lo era y es imposible que haya mudado de naturaleza: el único mal consiste en su descubrimiento por el marido; pues bien, esa falta sólo pertenece al marido, y sería imposible que incumbiese a la mujer. Por consiguiente, quienes antaño castigaron el adulterio eran verdugos, tiranos, celosos, que hacían girar todo alrededor de sí mismos y se imaginaban injustamente que bastaba con ofenderlos para ser una criminal, como si una injuria personal pudiese consderarse un crimen, como si fuese justo llamar crimen a una acción que, lejos de ultrajar a la naturaleza y a la sociedad, resulta evidentemente útil a ambas.»
(Marqués de Sade. La filosofía en el tocador. Tusquet editores)

Leo en el diario EL MUNDO de 8 de junio de 1997 una noticia según la cual el Pentágono se plantea dejar de castigar el adulterio en los militares. Abundan los casos de militares que han debido abandonar su carrera por un caso de adulterio.

Son famosos en la mitología griega los adulterios de Clitemnestra, Timandra y Helena.

Leo en el diario EL MUNDO de 6 de mayo de 1999 una noticia titulada El negocio de la traición: Una empresa que se ocupa de dar coartada a los adúlteros. Se llama The Alibi Agency y se ocupan de inventar congresos de trabajo, dar teléfonos falsos, etc...


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