Divorcio

En España el divorcio estuvo prohibido durante el franquismo, de manera que si te casaba tenías que seguir casado. A mi me resulta absurdo.

El siguiente texto Lo he tomado de un facsimil editado por Edaf de La elegancia en las costumbres de la vida social, de la Baronesa Staffe, traducido de la 135 edición francesa. Dice lo siguiente sobre el divorcio:

«El divorcio separa más que la muerte; es una desgracia mayor que la desaparición de este mundo de uno de los esposos.
La mujer divorciada debe refugiarse con sus padres; si los ha perdido ya, al lado de un hermano mayor y casado, si es posible, o de una pariente respetable y de alguna edad.
A falta de pariente, procurará retirarse a un convento donde reciban como pensionista a señoras solas. Procura estar en guardia contra las críticas de la sociedad, que será severa con ella, aunque sea la víctima.
Nada más triste que el divorcio; un hombre y una mujer que debían recorrer juntos los senderos de la vida, desunen sus manos para ir solos por caminos bien diferentes y ásperos.
Si tienen hijos, esta sepración es más cruel todavía; esos esposos al separarse deben vertir lágrimas de sangre.
Y los hermosos e inocentes hijos, llorarán más tarde lágrimas bien amargas. ¡Oh! por ellos, antes de tomar la resolución de separar sus vidads, han de agotar sus padres toda la paciencia, toda la misericordia de que es capaz la naturaleza humana.»

Me temo que esta falta de tolerancia haya sido normal en muchos sitios y que continue siéndolo en lugarse tales como la jerarquía de la Iglesia Católica. Cuánto mal hacen a mujeres y hombres pretendiendo imponer una idea que les parece la correcta sin pensar más allá de lo superficial, sin hablar en profundidad. Generan odio invocando lo contrario de lo que hacen. Citan a Cristo cuando deberían citar a Pilatos. ¿Pedirán perdón dentro de 500 años como es su costumbre para poder cometer otro abuso?

En El Globo nº 32 (16 mayo 1988) aparece un artículo sobre el pago de pensiones a separadas y divorciadas (situación legal, etc ...)

En una entrevista a Carlos, un famoso terrorista, realizada en noviembre de 1979 y que recoge el diario El Mundo del 21 de agosto de 1994 se lee:

«Carlos: Creo que mis padres estaban separandose. Al final se divorciaron.
Pregunta: ¿Por qué?
Carlos: ¿Y por qué no? Es una pregunta capciosa. ¿No pretenderá usted imponerme sus valores sociales, no?»

La siguiente frase es del libro Sexo para uno de la escritora estadounidense Betty Dodson,
«El divorcio no es un fracaso, y vivir solo no significa necesariamente vivir en soledad. Dos de los días más felices de mi vida han sido el día que me casé y el día que me divorcié»

El divorcio no se legalizó en Irlanda hasta noviembre de 1995 gracias a un referendum en que ganó por una mínima cantidad. Anteriormente hubo otro en que se rechazó.

Cuando un amigo o amiga me dice que se está divorciando me gusta preguntarle: ¿Cuándo hacemos la fiesta de despedida de casados?


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