Diccionario de Eva Elena en www.granadacultural.info



Sócrates

Pese a que no escribió nada y sólo tenemos información de sus pensamientos por otros autores (principalmente su discípulo Platón), Sócrates está considerado como uno de los principales filósofos de la antiguedad griega. A menudo se cita la terna Sócrates, Platón, Aristóteles como los tres principales filósofos griegos. La inexistencia de obras propias hace que la figura de Sócrates sea fuente de múltiples disputas no zanjadas en torno a su pensamiento.

Sócrates fue condenado a muerte bebiendo cicuta y aunque tuvo ocasión de escapar no lo hizo por fidelidad a sus ideas. Platón consideraría un hecho abominable la condena a muerte de Sócrates.

El texto de la acusación contra Sócrates dice así:

«Esta acusación está presentada bajo juramento por Meleto, hijo de Meleto, del demo de Pito, contra Sócrates, hijo de Sofronisco de Alópece. Sócrates es reo del delito de no reconocer a los dioses que el estado reconoce y de introducir otras nuevas divinidades. Es también reo del delito de corromper a la juventud. El castigo que se pide es la muerte»

En resumen, ir contra la religión del estado y corromper la juventud. El lector reconocerá ambas características en muchos de los epígrafes de este diccinoario, de ahí mi interés por Sócrates. Sin embargo él bebió la cicuta en base a una supuesta moral fija con la cual no creo reconocerme: yo no habría bebido la cicuta.

como he indicado antes, Sócrates no escribió nada que se conserve (y parece ser que no escribió nada de importancia). Las fuentes sobre su vida y pensamientos son varias pero destacan cuatro:

  • Platón
  • Jenofonte
  • Aristófanes y otros comediantes
  • Aristóteles

Platón fue el principal discípulo de Sócrates y también la principal fuente sobre él. Platón escribió bastantes obras que giran sobre la figura de su maestro al que puso además como protagonista de varios de sus diálogos. Platón narra la muerte de Sócrates en su obra Fedón. Aquí surge un problema que aún no está resuelto del todo: En que medida la imagen que transmite Platón de Sócrates es real. ¿Son los pensamientos de Sócrates recogidos de forma real o son más bien reflejo de la imagen que Platón quiere transmitir de él? y, cómo algunos autores plantean, al revés: ¿son los de Platón originales de él o de su maestro?

Las principales obras de Platón centradas en la figura de Sócrates son:

  • Apología de Sócrates
  • El banquete
  • Fedro

Aunque Jenofonte no llega a la altura de Platón como escritor también posee varias obras de interés sobre el tema que nos ocupa. Se trata principalmente de 4: La apología de Sócrates, pequeño escrito de unas pocas páginas, que aunque de igual título que la obra de Platón no guarda mucha semejanza con aquella; la Memorabilia o Recuerdos de Sócrates, obra desordenada que hace hace pensar que se trata de unas notas sueltas que luego fueron dadas a conocer por un editor distinto, El banquete, que de nuevo coincide en título con una obra de Platón y el Económico.

Sócrates es ridiculizado en la comedia Las nubes de Aristófanes, de la que es el personaje principal. También aparece referenciado en otras comedias griegas de la época.

Finalmente, la cuarta fuente que he citado sobre Sócrates en Aristóteles, que aunque no lo conocío personalmente aporta datos de gran interés sobre el filósofo y sus ideas.

Un buen estudio sobre Sócrates es el de W.K.C. Guthrie en el tomo III de su Historia de la filosofía Griega, traducido por Joaquín Rodriguez Feo y publicado por Gredos. Las páginas sobre Sócrates ocupan casi la mitad de dicho volumen.

Mucho más breve, pero con una interesante crítica es el texto sobre Platón que aparece en la Hisotira de la Filosofía occidental de Bertrand Russell.

Puestos a dar citas más livianas, conviene recordar que Woody Allen tiene escrita una parodia sobre la muerte de Sócrates (ver Cuentos sin plumas). Tampoco está mal recordar que el amante (masculino, claro está) de Sócrates era Arquelao.

En un poema escrito en su juventud, Eleusis, Hegel intenta conciliar la antiguedad griega con el cristianismo mediante la comparación de las figuras de Cristo y Sócrates. Ciertamente, resulta fácil encontrar analogías entre ambos. Incluso recordemos que ambos fueron condenados a muerte y aceptaron la sentencia en nombre de ideas superiores.

Aun con las reservas que procede debido a que no tenemos ningún escrito original de Sócrates, doy algunas frases usualmente atribuidas a él. La mayoría de las citas las he obtenido de Gran diccionario múltiple de citas de Josep M. Albaigès y M. Dolors Hipólito, publicado por el Círculo de lectores.

  • «Alcanzarás buena reputación esforzándote en ser lo que quieres parecer»
  • «Comenzar bien no es poco, pero tampoco es mucho»
    (la cita la he tomado de Noel Clarasó Antología de textos y citas. Editorial Ayuso)
  • «Sólo sé que no se nada»
  • «El hombre es la medida de todas las cosas»
  • «Conócete a ti mismo»
    (esta frase no es origina suya, la tomó del frontón del santuario del oráculo de Delfos)
  • «Cuanto menos deseamos, más nos parecemos los dioses»
  • «El buen ciudadano debe seguir aun las leyes malas, para no estimular al mal ciudadano a violar las buenas»
    (yo no estoy de acuerdo con esta afirmación)
  • «En nuestro corazón existen dos principios de acción: un amor de instinto que nos conduce hacia los placeres de los sentidos, y otro de la razón que nos lleva hacia lo bello, lo excelente y lo perfecto»
  • «Es más terrible el amor de una mujer que el odio de un hombre»
  • «Habla para que te vea»
  • «La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades»
  • «La multitud, cuando ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos de Oriente»
  • «Los dioses no necesitan de nuestras riquezas. Si sólo aceptaran los dones de la opulencia, serían únicamente honrados por los malos»
  • «Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Responden a sus padres, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros»
  • «No soy un ateniense, ni un griego, sino un ciudadano del mundo»
  • «Nuestras oraciones deberían ser meras alabanzas, pues Dios sabe mejor lo que nos conviene»

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