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La Tía Tula





La Tía tula

Breve y muy conocida novela de Miguel de Unamuno. Aparece recogida por el diario EL MUNDO en la colección 'Las 100 mejores novelas en castellano del siglo XX'.

Cuando la leí me pareció que se moría más gente de la que hacía falta en la historia. En especial los partos más parecen un anticipo de muerte que nacimiento de vida. La Tía Tula es esclava de ciertas maneras de funcionar de la sociedad. Además de dar título al libro es la protagonista indiscutible. Protagonista incluso del matrimonio de su hermana con Ramiro. La historia tiene cierta tristeza y yo culpo a los con- vencionalismos de esa tristeza. Si Tula hubiera parti- pado en un 'menage a trois' en el matrimonio de su hermana y se hubieran usado preservativos seguro que sale una comedia erótica. La duda es si no hubiera sido más real.

Copio algunas frases de la novela:

«¿Es la psicología algo más que lingüistica y filología?» (del prólogo del autor)

«Pero no hace falta conocer a un hombre para decir lo que le parece a una de él»

«Los buenos consejos eran consejos de libros, los mismos que le servían a don Primitivo para formar sus escasos sermones»

«Vivimos solas, te he dicho. Las mujeres vivimos siempre solas. El pobre tío es un santo, pero un santo de libro, y aunque cura, al fin y al cabo hombre»

«El onceno no estorbar»

«Toda mujer nace madre»

«Eso de amor [...] sabe a libro; solo en el teatro y las novelas se oye el 'yo te amo'; en la vida de carne y sangre y hueso el entrañable 'te quiero' y el más entrañable aún callárselo.»

«Es que yo soy chico y tú nada más que chica
[...] ¿Ya empiezas a ser bruto, a ser hombre?»

«Los niños lo comprenden todo. Más que nosotros. Y no olvidan nada. Y si ahora no lo comprende, lo comprenderá mañana»

«hay que hacer como si no se ha oido; debe de haber un mundo de que ni para condenarlo hay que hablar aquí.»

«-Cada hombre es un mundo, Gertrudis.
-Y cada mujer, una luna, ¿no es eso, don Juan?
-Cada mujer puede ser un cielo»

«Y quiso besarle la mano, pero Gertrudis se inclinó a ella, la besó en la frente y le puso su mejilla a que se la besase. Y esas expresiones de gratitud repetíalas la hospiciana como quien recita una lección aprendida desde niña. Y murió como había vivido, como una res sumisa y paciente, más bien como un enser.»

«¡No; tuvo a Dios de padre! ¿Y madre? Eva no conocío madre... ¡Así se explica el pecado original...! ¡Eva murió huérfana de humanidad!»

«No ves que me he pasado la vida soñando...»

«-¿A ver, que cuento?
-De la niña que se le cayó la muñeca en un pozo seco adonde no se podía bajar a sacarla y se puso a llorar, a llorar, a llorar, y lloró tanto que se llenó el pozo con sus lágrimas y salió fotando en ellas la muñeca...»

«es mejor vivir una hora hablando que dos días más en silencio»

«Qué nunca tengáis que arrepentiros de haber hecho algo y menos de no haberlo hecho...»

«-¿Y en qué se le distingue al niño del chiquillo...?
-¿En qué? En la manera de jugar.
-¿Cómo juega el chiquillo?
-El chiquillo juega a persona mayor. Los niños no son, como los mayores, ni hombres ni mujeres, sino que son como los ángeles. Recuerdo haberle oído decir a la Tía que había oído que hay lenguas en que el niño no es ni masculino ni femenino, sino neutro...»


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